De visita en el Infierno

En una zona cercana a la ciudad de Beppu, en la isla de Kyushu, se le conoce como los Ocho Infiernos. Y no es que haga un calor insoportable, ni el fuego esté por todas partes, ni que veamos diablillos con sus tridentes (aunque alguno si se ve), es llamado así porque existen ocho fuentes termales diferentes donde el agua suele rondar los 80º, y cada una de esas fuentes tiene un color especial dependiendo del mineral dominante.
Las aguas surgen de las profundidades de la tierra, y al estar en una zona volcánica hace que salgan a esa temperatura. Por supuesto, también hay emisiones de gases que dependiendo de la zona puede uno marearse del olor tan desagradable que tienen, similar al de los huevos podridos. Pero aparte del olor, el lugar es precioso. Rodeados por bosques verdes que desaparecían por momentos a causa del vapor del agua.
Como dije al principio, es posible ver algunos diablillos, aunque todos ellos son estatuas. La verdad es que me sorprendió ver como usan a estos diablillos para el merchandising. Para ellos estos personajes no eran malos del todo, simplemente se dedicaban a cuidar de las calderas y mantener el infierno preparado. Por supuesto también se alimentaban de las personas que cocian en dichas calderas, pero no eran malos. La verdad es que los japoneses tienen unas leyendas bastante divertidas y unas tradiciones no menos interesantes.



Uno de los diablillos (este si se comia a la gente)





¿Verdad que no parece que sea malo?




20 minutos de espera para ver el Geiser

Y por supuesto... como no podía ser de otra manera, decidí probar uno de los huevos y algunos panecillos hechos al vapor del infierno. Los huevos se cocian en el agua.

Estaban muuuuuy buenos...

Se me olvidaba. No solo el vapor es bueno para las personas. Y darse un baño de vapor siempre es agradable y si no que se lo digan a él...

Eso es vida