Un restaurante en la 9ª planta

Hoy pude (por fin) probar un plato típico japonés que llevaba tiempo queriendo comer. Dicho plato se llama Shabu-Shabu. Para degustarlo me dirigí a un edificio de diez plantas, en el cual, en cada planta se especializan en un tipo de comida; siendo todo el edificio el mismo restaurante. La planta en la pude comer shabu-shabu era la 9ª, lo que nos permitió tener unas buenas vistas de la zona donde está ubicado.
Nada más salir del ascensor, una camarera ataviada con un yukata nos acompaña a nuestra mesa, la cual está situada en una habitación reservada donde antes de entrar tenemos que despojarnos de los zapatos, pues el suelo es tatami y no se puede pisar. Uno de mis compañeros, que se defiende con el japonés, le pidió que la mesa tuviera espacio por debajo para no tener que estar sentados al estilo japonés (que es bastante incomodo).
La ceremonia que tienen las camareras es digna de mención. Con la puerta corredera, cada vez que la abría lo hacía de rodillas, después se levantaba, entraba y volvia a arrodillarse para cerrar la puerta. Le pedimos que nos explicara cómo hacernos la comida, porque el shabu-shabu consiste en coger un trozo de carne que te sirven crudo y darle muy pocas vueltas en una olla y luego colocarlo en un cuenco con una salsa. También te sirven una gran variedad de verduras, setas y un tipo de alga, que introduces en la olla y las dejas cocer durante un par de minutos.
Este plato es muy similar a otro que también se prepara en Japón llamado Sukiyaki. En esencia es muy similar, aunque se diferencia en que el sukiyaki se cuece la carne a la vez que la verdura y luego se pasa por un cuenco con huevo batido.
El único inconveniente que tiene el restaurante es el precio, que sin ser barato, se dispara cuando pides una cerveza. El precio por cerveza ronda los 5.50€.



Me encanta




Un uruguayo, una japonesa y un catalán




La vista que teniamos




Los tres hispanos



Vestimenta tradicional

Hoy, dando un paseo por Tokyo, me he encontrado con una boda tradicional japonesa, y he podido ver a algunos de los asistentes vestidos con sus famosos trajes o vestidos tradidionales. Las fotos que pongo a continuación muestran algunos de los Kimonos (en los hombres se llama Hakama), aunque me he decidido a poner sólo las fotos de los novios y de los niños (porque están tan graciosos, jejeje). Según me ha comentado un amigo japonés, existen dos clases de trajes tradionales, los ya mencionados kimonos y los yukatas.
Los kimonos son usados en muy raras ocasiones ya que son muy caros (estan hechos de seda), y se usan para ceremonias especiales y normalmente en fechas más frias. Los yukatas, por el contrario, son los trajes que usan para los "matsuri" o festivales y suele ser más ligero, más fresco y más barato. Pero de estos últimos también nos encotramos con dos clases: los ya mencionados para festivales y después están los que se usan en los ryokan como pijama. Ambos se cruzan por delante como una bata y son atados por la cintura. Pero son bastante diferentes. Los primeros poseen unos colores y unos acabados mas bonitos, mientras que los segundos son bastante simples y sin apenas decocarión.



Los novios





La niña con kimono y el niño con hakama





Yukata para festivales




Yukata para dormir



El barrio chino

Al igual que en casi todo el mundo, los chinos también se encuentran en Japón. Algunos os preguntareis como se puede diferenciar a un chino de un japonés, y la respuesta es simple... no lo sé.
El otro día me decidí a visitar el barrio chino más grande de Japón. Está situado en la ciudad de Yokohama, muy cerca de Tokyo. Tan cerca que nadíe diría que es otra ciudad, y que además es la segunda más grande de Japón. En dicho barrio nos encontramos con bastantes calles dedicadas a la venta de productos chinos y a restaurantes. Algunas calles estén repletas de visitantes y de personas que te ofrecen algunos de sus productos para que los pruebes. En mi caso eran castañas asadas. Y al igual que me pasó cuando estube en China, pude regatear y conseguí que me pusieran en la bolsa tres veces más de lo que ofrecían por ese precio. Luego cogí un empacho de castañas.
Paseando por las calles del barrio me encontré con un templo budista chino, al que por supuesto le hice la correspondiente foto. Podemos diferenciarlos de los templos japoneses por los adornos que tienen en los tejados.



Una de las entradas al barrio





¡Qué rico!



Siguiendo con mi paseo por Yokohama me encontré en cada esquina a un policía. En ese momento no sabía la razón por la que estaban ahí así que me dediqué a sacarles algunas fotos. Hasta que me encontré con varias filas de policias, todos ellos armados y con sus chalecos antibalas. Fue impresionante. Al día siguiente me enteré que el presidente Obama había estado por la zona.

Asakusa

El otro día decidí visitar una zona de Tokyo que ya había visitado en mi anterior viaje. Dicha zona es Asakusa. De este barrio puedo decir que es uno de los pocos que no sufrieron mucho tras los bombardeos de la II Guerra Mundial; y es por ello que podemos encontrarnos con el templo más antiguo de Tokyo y uno de los más importantes, Sensoji.
Los fines de semana está completamente lleno tanto por japoneses como por turistas. La razón es que en él se encuentra un mercado donde puedes encontrar, prácticamente, cualquier regalo que quieras hacer sobre productos típicos japoneses. Este mercado se extiende desde la puerta principal llamada Kaminarimon (la Puerta del Trueno) hasta el mismo templo. Los fines de semana también podemos encontrar diferentes tipos de puestos de comida rápida japonesa.



Como podeis ver habían muchos turistas





Vendiendo Yakitori y Oden



Haciendo takoyaki (bolitas de pulpo), deliciosas



Torre de Tokyo y alrededores

Un lugar que es imprescindible visitar si vas a Tokyo es su Torre. Se alza sobre el suelo unos 333 metros de altura, siendo aproximadamente 8 metros más alta que su hermana mayor, la Torre Eiffel de París. Aunque son muy parecidas, la de Tokyo está mejor aprovechada. Me explico. En una sociedad tan consumista como es la japonesa, no podían desaprovechar todo el espacio que queda en el inferior, así que decidieron construir un complejo de recreo. Este posee cuatro plantas en las que podemos encontrar desde un acuario hasta un museo de cera, y por supuesto no podía faltar una planta casi en exclusiva a diferentes tipos de restaurantes y tiendas.
Ya arriba en la torre, nos encontramos, al igual que con la Torre Eiffel, dos niveles desde donde poder contemplar Tokyo. El nivel superior se situa a 250 metros y en días con buena visibilidad (yo no tuve suerte) se puede ver el monte Fuji. En mi opinión, las vistas desde la Torre Eiffel son más impresionantes.

A 150 metros del suelo



Al fondo la isla de Odaiba

 

¡Qué bonito el dirigible!



El 2º edifio más alto... por ahora.

Muy cerca de la Torre se encuentra un enorme templo budista llamado Zojo-ji. Siendo uno de los más importantes de la zona. En el me encontré unas pequeñas figuritas de monjes con unos molinillos de viento a su lado, los cuales me resultaron curiosos y me dediqué a fotografiarlos.

Moviéndose en tren

Después de darle muchas vueltas al tema del tren, he decidido poner sólo un pequeño ejemplo de lo que es coger un tren Tokyo. En primer lugar decir que al igual que en otras ciudades del mundo, Tokyo tiene tanto metro como trenes de cercanias. Pero a diferencia de la mayoría de los países, en Tokyo tienen dos compañias diferentes de metro, más la red de trenes de cercanias. En resumen, ver un mapa de las líneas de trenes y metro es como para volverse loco al principio.

Sólo es la de trenes

Por suerte para los que no somos (aun) muy duchos con el idioma, podemos encontrar planos de las lineas de metro y trenes escritos en inglés (algo es algo). Otra cosa muy diferente es comprar el billete de viaje. Las máquinas encargadas para ello, en su mayoría, están en japones (como es lógico) pero en otras podemos usar la opción del inglés. El problema viene en que los viajes se hacen dependiendo de la estación donde te vas a bajar. Me explico, cada tres paradas aproximadamente el valor del billete aumenta de precio, lo que significa que debes saber muy bien antes que parada es la tuya, ya que el precio del billete simple ronda los 140 yenes (más o menos 1,20 €). Para evitar todos estos problemas los japoneses usan una tarjeta monedero, SUICA, que van recargando, con la posibilidad de establecer un recorrido fijo para uno, tres o seis meses en el que te hacen un descuento (este es que yo tengo), y puedes hacer tantas veces como quieras el mismo recorrido. Y si te sales del mismo para ir a otro lugar empiezan a contarte desde el billete simple.



Me caduca ya mismo



Esta tarjeta tambien sirve para pagar en algunas máquinas expededoras y en algunos comercios. La verdad es que sacan del apuro.
Por último, dependiendo de la hora que cogas el tren puedes encontrarte con que la gente se da empujones para poder entrar, y eso que cada dos minutos pasa un tren. Ya en el tren podemos encontrarnos tres clases de pasajeros. El primero, el que puede ir sentado que normalmente va durmiendo en posturas algo dificiles. El segundo, el que está con su movil escuchando música, jugando, viendo la tele o leyendo las noticias, y el que lee un libro o manga. Y por último, los extranjeros, que no dejamos de observar las costumbres de los japoneses. Por supuesto, en el tren apenas se oye un murmullo.

Se despertó tras una cabezada